Este viernes pude asistir a la edición más nueva de La Mole, es la primera vez que asisto a la convención dentro del World Trade Center.
Esta ocasión fue una visita corta. Para no hacerles el cuento largo, un compañero de trabajo que me iba a pagar un día que me debía, se fracturó algo y ya no pudo cubrirme este viernes, así que tuve que trabajar.
Sin embargo ya tenía boleto y no iba a desperdiciarlo.
Llegué temprano y solamente podía estar ahí hasta las 12 pm para alcanzar a regresar a trabajar.
En fin, con el reloj en contra, me decidí a emplear mi tiempo solamente en una cosa: conocer a Brian Bolland.
Afortunadamente fui de los primeros en formarse y por cierto, no nos dejaron hacer la fila hasta que llegara el artista, andaban muy mamones los organizadores.
Principalmente sus restricciones de mierda: solamente una firma por persona.
Eso me complicó mucho las cosas.
Por supuesto, el primer comic que le pedí que firmara fue mi copia del Killing Joke, primera edición.
Como la mayoría de los grandes creadores que he tenido el privilegio de conocer, el sr. Brian Bolland resultó ser un tipazo. Estaba feliz por estar en México y por la gran cantidad de fans que estuvieron presentes para conocerlo. Antes de sentarse en su mesa, anduvo sacando algunas fotos de las personas formadas, se veía muy contento.
La fila era larga y no hubo tiempo suficiente para platicar mucho con él, además tenía que volverme a formar para conseguir al menos otra de sus firmas.
Volví a tomar mi lugar al final de la enorme fila que ya se había formado, pero afortunadamente hice amistad con una pareja de "cosplayeros" de Guerrero que me apartaron mi lugar en lo que fui a conocer a otros artistas.
Todas las mesas del "artist alley" estaban juntas sobre la pared final del enorme salón, así que era fácil pasar de una fila a otra.
Por ahí cerca estaba la mesa de Joe Staton, veterano dibujante de DC Comics que trabajó en Green Lantern, Millenium, Batman y muchos más.
El sr. Staton también fue muy amable, al parecer no está acostumbrado a que los fans sean tan cálidos y efusivos con él. Se sorprendió porque le pedí que me firmara unos comics viejitos de Green Lantern y además posó muy feliz conmigo para las fotos. Incluso pidió que la asistente sacara fotos también con su celular.
Con él, la restricción era de que solamente podía firmar 3 comics por turno, pero como no había nadie más en la fila, me los firmó todos sin peros.
Este en particular le gustó mucho, me comentó que es de sus trabajos favoritos.
Y en verdad es un gran comic. Si no lo han leído, háganlo.
También le pasé estas ediciones de Editorial Novaro, cuyas portadas están dibujadas por Brian Bolland.
Hubiera querido que el sr. Bolland también me las firmara, pero ya no lo logré.
Como sea, fue un gran momento. Joe Staton es otro ejemplo de cómo se debe tratar a los fans. Muy chido el viejito.
Después volví a la fila de Bolland y me di cuenta que no había nadie con
Brian Azzarello, así que aproveché otra vez.
Resultó ser un tipo de lo más cagado, andaba en pleno desmadre, disfrutando la atención que recibía de todos y feliz de cotorrear con nosotros.
Solamente le di un comic para firmar:
Ahora ya tiene las firmas de casi todos, sólo me falta Scott Williams, maldita sea.
En fin, ya solamente tenía 45 minutos para conseguir otra firma de Bolland, lo bueno es que ya mero llegaba mi segundo turno.
Ahora iba por un autógrafo para el Killing Joke Deluxe de mi carnalote.
En su mesa también tenía en venta un par de modelos de litografías de edición limitada. Una de Zatanna y otra de Judge Dredd.
No sabía que nadie le había comprado, y resulté ser el afortunado poseedor de la litografía 1/50 de Zatanna. Fuck yeah.
Lo malo es que ya no tenía tiempo de hacer fila otra vez, eran las 11:50 y tenía que estar en la calle al medio día para alcanzar a llegar a trabajar hasta Tlalnepantla.
Nada más me dio tiempo de pasar a ver este gran auto.
Aquí les dejo unas fotillos del Batimóvil.
A pesar del poco tiempo conocí a grandes autores, aunque me quedé con ganas de que Alex Sinclair me coloreara mi sketch de Norm Breyfogle y de platicar otra vez con Mark Waid (su fila era interminable).
En fin, una Mole más que llega y se va.
A ver a quién invitan para la próxima edición.