La otra afición a muerte que tengo es la música y cuando algo así sucede me da mucha tristeza. La música de R.E.M. me enseño a escuchar y hablar inglés a los doce años, justo cuando comenzaba a leer los comics en inglés también. Suena raro pero me siento mal y solamente puedo decir que espero el día en que regresen y mi mundo del tamaño de los del cuento de El Principito vuelva a estar más poblado.